PAPILLON

Mucho antes de caer preso, en Cuba andaba clandestinamente, el libro PAPILLON, que narraba la historia de Henry Charrieri, un francés, "chulo", que estuvo preso en la Isla del Diablo, y donde narraba todo lo que le había sucedido, y lo más famoso, sus fugas de diferentes prisiones.
Yo era una polilla y siempre estuve tras ese libro, pero me fué imposible conseguirlo.
Estando en Quivicán Teresita consiguió el libro y como no era de ella, lo copió.

Increíble, pero Teresita me copió este libro, punto por punto, letra por letra, en "block" de cartas, libretas y lo que aparecía. Después de esto, lo fuimos metiendo clandestinamente dentro de la prisión, ya que este tipo de libro, no era permitido.
De esta forma, con mas de 30 libretas, logré leer Papillón y de paso, no solo yo, sino, la prisión
entera.
Un trabajo increíble de Teresita.

LA FABRICA
Sería interminable narrar todo lo que pasó en esta prisión de Quivicán, pero para que tengan una idea por "arribita", en los dos años que estuve allí tuve más de 70 problemas y mi sanción iba en aumento.
Trabajé en "la Fábrica" de la prisión como soldador, buscando un escape a los problemas que tenía diarios.
Ya estaba convertido en un buscapleitos y el propio Santiago me decía que me estaba volviendo loco y me regañaba como si fuera un niño debido a que a veces la cosas no eran para tanto y yo me quería fajar con todos y hasta si me miraban ya sacaba un cuchillo y quería matar.
Tenía tremenda confusión en mi vida y estaba loco por salir de allí.
Mi desespero era tan grande que planeé escaparme de Quivicán, cosa que nunca hice.

EL MOTIN
A finales de 1978 hubo un problema con un guardia de Camagüey que le encantaba estar dándoles golpes a los presos. Yo rezaba para no tener problemas con él pero este guajiro era insoportable. Habían cambiado al jefe de la prisión y los guardias volvieron a tener
machetes y mangueras para golpear a los presos.
Este guardia guajiro se lanzó con un negrito que era candela y el tipo se le reviró y le dió golpes para él y para el "Angel de su Guarda". Resultado de esta pelea:
El guardia fué golpeado de tal manera que murió de un machetazo en el cuello. ¡Se formó!
Se coló la guarnición con armas largas y empezaron a tirotear el penal.

Estos hijos de puta tiraron a matar.

Había un preso político llamado Sebastián, que era una bella persona.

Nosotros de cariño le decíamos "el Cura", pues siempre estaba mediando entre los que tenían problemas.
Uno de los que salió herido en esta revuelta fue El Chacal.

Sebastián fue a interceder por él para que lo llevaran al hospital y un guardia le dió un bayonetazo, matándolo al instante.

El tipo se asustó pero el Chacal, sacando fuerzas, apuñaló al guardia.
Los guardias se tiraron contra el Chacal y sin escrúpulos de ninguna clase, lo ametrallaron en el
piso.
Se formó el motín y empezamos a darle candela al penal y a tirarle piedras a los guardias.
No logramos nada y solo buscamos que se encabronaran más con nosotros.
Rodearon el penal con toda la guarnición y llegaron policías del pueblo de Quivicán.
Gracias a que llegaron los policías, dejaron de tirar.
Estuvimos dos días sin comer ni salir de la barraca.
Varios días después llegó una inspeccción del gobierno y declararon que allí se había cometido un asesinato con el Chacal, ya que de la forma que estaban las huellas, se dieron cuenta que lo ametrallaron contra el piso.
El Sargento que lo mató fué encerrado y tengo entendido que fué sancionado a 10 años de privación de libertad.
En esos días mi hermano Vladimir fue a verme y me dijo que se había enterado de todo lo que había pasado y de las locuras mías con los problemas que había tenido.

Yo le pedí que si de verdad me quería ayudar, hiciera la gestión para que me sacaran de Quivicán.
El me dijo que nada podía hacer.
Ya en total tenía acumulados 29 años de privación de libertad y sería toda mi vida carne de presidio.
Todas las cosas que sucedieron en esta prisión darían para escribir 10 libros.
Mi vida cambió por completo.

MUNDITO

Entre los presos con que tuve problemas había uno que se llamaba Mundito.

Era un mulato de armas tomar. El tipo era guapo, y cuando digo guapo es que el tipo no tenía miedo. En una ocasión tuvimos una discusión y yo de títere le tiré una galleta en frente de todos los que estabamos allí.

El tipo como era de esperar, me dió tremenda tregua y salieron los cuchillos a relucir.

Llego la guarnición y no pasó de ahí, ya que enseguida me llevaron para las celdas de castigo.

Acababa de salir de la 8 y ya estaba de nuevo en ella. A las dos ó tres semanas me dan una visita especial cuando Teresita y mami van a la prisión.

Por gente que trabajaba en las oficinas me entero que ese dia Mundito tambien tendrá visita.

Me las ingenié con otros presos para que ese dia sentaran a mi familia en uno de los bancos grandes de allí y me escondieran un cuchillo en el banco.

Era la visita de la gente de la barraca de Mundito y a mi me incluian en ella. Lo que no contaba era con que Mundito tambien se enteró de mi visita especial y tambien preparó algo para sonarme en plena visita.

Lo cómico del caso fue que Mundito no tenía como buscar a alquien para encontrar un cuchillo y su propia madre estando allí en plena visita saco un machete de abajo de su falda y se lo dió para que me atacara. Se formó tremendo despelote y entró la guarnición. Mi mamá se quiso meter en la bronca y un guardia sin escrúpulos le dió un culatazo en la espalda, cosa que dió inicio para que yo golpeara al guardia. El caos se formó con una bronca llena de gente gritando cuando me vieron con un cuchillo y a Mundito con un machete. No pasó nada. La mamá de Mundito empezó a gritar tanto amenazándome que no le dieron tiempo para que me diera por ningun lado.

A la madre la metieron presa y a Mundito lo trasladaron de prision. Nunca supe más de él.