jueves, 18 de diciembre de 2008

LA CABAÑA y CAJARAVILLE

Al caer preso fuí a parar a La Cabaña, Prision Militar en esa época.
Estaba metido en un calabozo donde me atenderian médicos siquiátricos y dirian si yo estaba en mis cabales al momento de disparar.
La culpa fué del teniente y el dia del juicio dijo que el no había contestado mis "altos".
De todas formas seguí preso hasta que viniera la Comisión Médica Forense y determinara algo.
El calabozo donde estaba era bastante grande y cabian 25 personas.
Lo tenian de tránsito, pues llegaban los presos, los juzgaban y de ahi se iban a cumplir sentencia.
Lo atendía un fiscal de La Cabana, llamado Francisco Garcia, Teniente.
Nosotros (los presos) lo llamabamos el viejito Chichí, debido a una programación de la TV.
Todas las semanas me llevaban al Hospital Naval y me veian los siquiatras, pero la cosa seguía.
Estando allí, engorde varias libras, ya que comía bien y hacía muchos ejercicios.
Me llevaban al comedor a buscar la comida de los presos y cuando me preguntaban cuantos presos había, yo les contestaba que el doble ó mas de lo real.
En una discusión con el fiscal Garcia, este empezó a cojerme odio y yo me llenaba la boca para decirle que aunque no lo quisiera me tendría que soltar.
El me decía con ironía que el que reía último, reía mejor y íbamos a ver a como tocábamos.
Un dia entraron varios presos que estaban fugados del Servicio Militar en la calle y cuando se enteraron de el tiempo que yo llevaba allí, me propusieron fugarme.
Yo les contesté que no lo haría, pero que los ayudaría en todo.
Siempre que he estado preso, por hobbie, trataba de planear una fuga del lugar.
Planifique la fuga, les hice un mapa de esa parte de la Cabaña que yo conocía bien y una noche se fugaron 23 personas del calabozo, quedándome yo solo.
Cuando llegó el fiscal Garcia y me vió, se enfureció mas.
El estaba rezando para que yo no estuviera allí, pero se jodió.
Me preguntó porque yo no me había ido y yo le dije que no habia visto nada y que ademas, para que me voy a fugar si el tenía que soltarme.
El encabronamiento fue de altura. Me suspendió mis "derechos".
Las visitas de mis familiares, la salida a cojer sol y boberias como esa.
Yo seguí ahí, pero la tensión estaba que arde.
Un dia me vinieron a buscar del CIM (Contra Inteligencia Mllitar) y me llevaron a Villa Marista donde estaba el Departamento de Seguridad del Estado.
Yo me quedé frío, pues nunca quise meterme en nada que tuviera que ver con contrarevolución, pero cual fue mi sorpresa que al estar ahí me entero que me acusaban de poner unos letreros contra Fidel y Raul.
Les tomó varios meses a los peritos sacar a Rizo y a mi como los causantes de los letreros.
Yo me vi en candela, pero lo negué todo.
Ellos seguian insistiendo en que tenian pruebas contra mi y me enseñaron varias fotos de los letreros y de mi prueba caligráfica, pero insistian en que yo firmara una declaración haciéndome culpable de esto.
Yo pensé, que si tanto insistian era porque necesitaban una confeción y seguí negándolo todo.
En esos dias, antes de caer preso, junto con otros reclutas, robamos el dormitorio de los oficiales y agarramos uniformes y armas.
El escándalo no se hiso esperar y yo me encargué de esconder las armas y los uniformes.
Nadie sabía donde estaban, solo yo y algun recluta me delató y eso salió a relucir en las
investigaciones.
Yo conocí a un ex-militar que me pagaba bien por los uniformes y las armas.
Hicimos negocio en dos ocasiones.
El las empleaba para hacer contrarevolución, pero a mi solo me interesaba el dinero.
La contrarevolución era para los patriotas.
En otra ocasión, debido a las armas y los uniformes, llega a La Cabaña, otro oficial a buscarme.
Yo lo habia visto en varias ocasiones, pero nunca había hablado conmigo.
Estaba presente en todos los interrogatorios de "Villa Marista".
El Capitan de Seguridad del Estado que me llevó en esa ocasión de La Cabaña, al DSE, era un poco soquete, se las daba de ser inteligentísimo y de ser la última Coca Cola del desierto.
Era uno de estos oficiales formados por La Revolución y para ellos la palabra de Fidel era como la de Diós.
Discutí con el en varias ocasiones y siempre me decía que aunque los médicos dijeran lo que dijeran, yo tenía que pagar por lo que había hecho y que la pérdida de la pierna del teniente, no iba a quedar así.
La última vez que discutimos, le dije que si me enviaba para los Estados Unidos, yo le prometía que le mandaba una pata de palo nueva para el guardia.
Enfureció y me fué para arriba con animo de golpearme, pero los otros oficiales no lo permitieron.
El odio de el hacia mi era tremendo. Si lo dejan, me asesina allí mismo con cualquier pretexto. Esta "belleza" de oficial, me lo encontré años despues en Miami, ya que dejó Cuba y llegó aqui como héroe.
Me refiero al Ex-Capitán de Seguridad del Estado Carlos Cajaraville, quien pertenecía al CIM (Contra Inteligencia Militar)
Estas son las cosas que me dan risa en Miami.
Aceptan a cualquier comemierda que deje a Fidel, sin medir las atrocidades que cometieron en Cuba. Ejemplos como esos hay muchos. Cajaraville, murió en Miami al momento de estar escribiendo estas notas.
Debido a todo esto fueron a la Unidad a buscar a Rizo, pero se encontraron conque Rizo era un sargento muy bien mirado en la unidad donde estaba y ademas había que tener cuidado con el debido a que su padre fué Capitán de la Sierra y tenía punche todavía en el pais.
La cosa quedó ahí, por lo menos para mi.
Visite Villa Marista 4 ó 5 veces, pero todo siguió igual.

1 comentario:

  1. "Aceptan a cualquier comemierda que deje a Fidel, sin medir las atrocidades que cometieron en Cuba" Y se te olvidó agregar las que pueden cometer aquí. Hay quién tiene una lista de 25 personas peligrosas que residen en Miami y en Nueva Jersey. Pero esta gente aquí prefieren estar hablando mierda que tomar decisiones y en definitiva ya el mal para Cuba está hecho. Piensan tumbar al caballo a base de dejar la Isla vacia. Dan pena.

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