En los primeros meses del nacimiento de mi hija Brenda, un buen día llegó a mi casa el oficial que era jefe de la prisión y que quería indagar sobre las cosas raras que habían pasado conmigo y la prisión.
Había averiguado y encontraron varias injusticias del Teniente Francisco Garcia.
En esos momentos ya era Capitan y se encontraba pasando un curso de fiscalía especial en Rusia. De allá lo trajeron y fuimos a un juicio contra él.
Aparecieron muchas personas que lo acusaban de otras cosas y algunas parecidas a la mía.
Yo pensaba que era el único.
Había que verle la cara al Fiscal García cuando yo declaré contra él.
Fue sancionado, degradado y expulsado del ejército.
Los médicos lo declararon esclerótico y se salvó de la prisión. Aunque yo creo que debido a sus influencias no fue a la cárcel, cosa que si hacían, lo mataban.
miércoles, 17 de diciembre de 2008
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