viernes, 19 de diciembre de 2008

ESPECULACION


En frente de mi casa vivía una vecina, con dos hijas que siempre vivieron bien.
Esta señora se hacía su ropa con mi mamá y era una buena católica.

Siempre iba los domingos a la iglesia y estaba considerada una Dama de Sociedad, debido a que sus fotos y fiestas salian en los periódicos donde aparecían personajes de la política etc...
Su esposo fué miembro del gabinete de Batista y tuvo que salir huyendo de Cuba al triunfo de la revolución.
Ella tuvo que quedarse debido a que en ese momento su hija estaba ingresada en un hospital y no quiso abandonar a su hija.
En fin, un día la casa se vió rodeada de policias y nosotros, los niños, estábamos en la calle mirándolo todo. Registraron su casa y encontraron cajas de jabones y detergente FAB, una marca de esa época. Se la llevaron presa y se corrió la voz de que estaba especulando con esos materiales de limpieza.
- ¿Que está pasando?-, le pregunté a mi papa.
- Lo que esta pasando no tiene nombre mi hijo-, me respondió.
En mi mente no cabía que se llevaran presa a esta señora tan dulce por comprar cosas de más. Era su dinero y me imaginaba que con él, hacía lo que le diera la gana.
Esta señora era muy buena con los niños de la cuadra y nosotros la respetábamos mucho.
Se llamaba Corina y todos los niños de la cuadra le hacíamos mandados y siempre nos regalaba helados y todo tipo de chucherias con las que se ganaba a todos los muchachos.
Meses despues, Corina se fué pal Norte con sus dos hijas y nunca más supimos de ella.
En la esquina de mi casa había una bodega de chinos que por años servía a la comunidad del barrio.
Nosotros esperábamos que llegaran los camiones con las cosas y salíamos gritando cuando llegaba algo.
No existía todavía la libreta de abastecimiento, aunque la cosa en Cuba estaba que ardía.
Los niños que estábamos en la calle, corríamos hacia la cola que se formaba por cualquier cosa hasta que llegaban nuestros padres y se ponian en la cola para ver que había llegado.
Se hacía cola por cualquier cosa y lo que fuese, era necesario.
El pueblo de Cuba viviría eternamente con esas colas. Cosas de la revolución.
En el año 1961, a pesar de los planes de las escuelas, mi papá me puso en una escuelita improvisada donde una señora que había sido maestra, impartía clases particulares a algunos niños como yo, que tenian padres que se preocupaban por que sus hijos no pasaran tiempo fuera de la escuela. El pais estaba revuelto y ya había amenazas y bolas de la patria-potestad.
Muchas familias mandaban sus hijos al Norte para que no le quitaran sus hijos y los mandaran para Rusia.
Yo esto nunca lo entendí, pues con el pasar del tiempo nunca conocí a nadie que le quitaran a los hijos.
Era el principio de los vuelos Peter Pan.
De todas formas nunca está de mas lo que se haga por los hijos, pues en una revolución como la de Cuba, nunca se sabía que podía pasar. Estas cosas las aprendí en el camino, ya que tuve la desgracia de criarme en esa Cuba.

1 comentario:

  1. Hola waldo he leido casi todas tus historias y te digo que yo tambien vine por el mariel a la edad de treinte años eso te dejara ver que me eche veinte de represion ,la patria potestad no funciona de la forma que la gente espera sino de forma subliminal.Cuando el niño empieza a asistir a clases debe ser pionero para caer bien despues en la secundaria le proponen ser joven comunista sino lo acepta se convierte entonces en un antisocial como tu y yo luego tiene que ir a la escuela al campo, y al servicio militar sino sigue esta secuencia de estupideces sabemos que su destino es el combinado del este entonces dime si ahora ya ves los niños que se lo quitaron a sus padres?

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