jueves, 18 de diciembre de 2008

CUBELAS y HUBERT MATOS




Estando de vuelta al calabozo, me sacaban todas las mañanas para la prisión de la Cabaña donde estaban los presos políticos y comunes. Allí conocí, lo que fué parte del verdadero presidio político en Cuba.
Yo le repartía el periódico y el desayuno a las cerdas privadas que tenían hasta televisión y donde se encontraban, Cubelas, Hubert Matos, Menoyo y otros tantos que hoy en día son famosos por los años que estuvieron presos.
Era mediados de 1969, no recuerdo exacto el mes.
Cubelas era uno de los lideres de la Revolución a quien la gente en la calle respetaba, pero parece que en La Cabaña se le aflojaron las piernas.
Un dia cuando les llevaba el periódico y unas revistas, Cubelas me llamaba para que me acercara a la reja y me tiraba besos. Yo pensaba que si estos eran los líderes que tendríamos si Fidel se cae, era preferible que siguiera Fidel.
Un dia le pregunte si el era católico y me respondió que si.
-Pues pídele a Dios que no te saquen de ahí, porque te voy a cortar el culo en 4 pedazos, -le dije
Estos y otros mas gozaban de unos privilegios que no tenian otros presos políticos y aprendí a odiar a los presos políticos.
Conocí muchos presos políticos que al primer grito se pasaban de banda y despues eran mas fidelistas que el propio Fidel.
La Seguridad del Estado al ver estas cosas se aprovechaban y le daban "mandos" y "puestos" a esta gente. Era una forma de humillar al preso en Cuba.
Solo el Sr. Hubert Matos, mantenía una conducta intachable, a pesar de ser privilegiados en esa época.
Despues que los sacaron de allí, me enteré por otros presos que pasaron a otras prisiones donde de verdad los llevaban mal y me refiero a que las torturas tanto físicas como sicológicas eran de verdad, dignas de los campos de concentración nazis.
Un buen dia no me sacaron mas y cuando pregunté, me dijeron que eran ordenes del fiscal Garcia.
A mi me tenía sin cuidado eso.
Estando allí en ese calabozo, oi algunos fusilamientos y como muchos presos políticos antes de morir, gritaban:
-¡Viva Cristo Rey! y ¡Abajo el comunismo!
Otros, desgraciadamente, no gritaban ó solamente pedian perdon por lo que habian hecho o gritaban que eran inocentes. Era duro e impresionante oir eso.
Me imagino que no sea fácil estar frente a un pelotón de fusilamiento.
En los años que estuve preso conocí diferentes presos políticos, muchos de ellos eran dignos de ser héroes por su valentia, pero tambien conocí muchos que se vendian y no eran dignos ni de mencionarlos.
El calabozo donde estaba preso era en los altos de los paredones. Todo se oía.

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