Un buen dia me llaman en la prision y si decirme nada, me llevan para Villa Marista.
Me sientan en una oficina y me empiezan un discurso sobre la revolución y su carrera de lucha de guerrillas y la ayuda internacionalista que le daban a otros pueblos del mundo y toda esa “muela" a la que yo estaba acostumbrado.
Ya me quedaba poco tiempo para cumplir mi sanción y en resumen, toda esta muela era para tratar de "captarme" a que al salir en libertad, reclutarme y darme un curso intensivo de Guerra de Guerrillas y enviarme a Vietnam con otros compañeros de lucha.
Prometieron limpiar mi expediente y al regreso de la campaña, honores y grados militares, segun mi esfuerzo en Vietnam.
¿Podran creerlo? Esto solo se veía en Cuba.
Segun ellos yo reunía los requisitos para ser un verdadero guerrillero por mi valor.
¡Que clase de comemierdas!
Prometieron que si no me incorporaba, me harian la vida imposible el tiempo que me quedaba en la prisión.
jueves, 18 de diciembre de 2008
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