Despues de la famosa fuga rumbera fuí trasladado para Malagamba era una granjita donde habian cria de pollos y recogida de huevos.
Allí nunca pasé hambre, pero tuve otra experiencia con los presos políticos.
Conocí a varios de ellos que le ponian armas en la mano.
¿Que cosa era esto? La falta de principios y el estómago era más fuerte que sus inclinaciones políticas.
En una ocasión, vi a uno de ellos disparar contra un preso común, que intentaba fugarse.
Cuando no estábamos en las granjas de pollos, o sea en el momento que estabamos en la granja, yo estaba de maestro de la escuela y allí tuve problemas con un guardia ignorante que quería dársela de inteligente frente a todos y discutimos por una boberia, ya que el decia que el libro PLATERO Y YO era de José Martí.
Imagínense eso. El confundia Platero con LA EDAD DE ORO y no habia Dios que le hiciera creer otra cosa.
Terminamos fajados a puñetazos y como era lógico, yo tuve las de perder y fuí trasladado de nuevo para Guira 1.
En Malagamba jamas se pasó hambre, pero aprendí a odiar el pollo.
Inclusive en crisis malas; preferia, no comer nada, a comer pollo.
Comí pollo hasta por la nariz.
jueves, 18 de diciembre de 2008
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