Eran "tiempos de tormenta" en Cuba y la juventud, cada día estaba más reprimida por todo.
No teníamos futuro alguno.
La idea de abandonar Cuba era cada día más y más.
Mientras se calmaba el ambiente entre nosotros, yo seguí robando y cuando hablo de robar, quiero explicar que solamente yo asaltaba a las casas de embajadores, marinos mercantes y gente que presumía de tener de todo porque viajaban al exterior.
Yo estaba cansado de que hubiera burqueses en Cuba y el pueblo no tenía nada.
Un buen día me dije que si no podia abandonar Cuba , yo tendría todo lo que tenía el que viajaba, y así fue.
Me dediqué por completo a buscar las casas de personas del gobierno que viajaban y tenían de todo.
Después de todo era cómico, ya que la gente en Cuba , no piensa en que vengan dos locos y te asalten a punta de pistola.
En el año 1967, conocí a un muchacho de Nuevo Vedado llamado Rómulo a quien mencioné antes. Fuimos muy amigos y era muy decidido como yo. No tenía miedo, era responsable y serio a la hora de trabajar.
Con él realice muchos robos en varios lugares.
Rómulo era mi mano derecha para todo y le confiaba mi vida si era necesario.
Era como deciamos en Cuba "Hombre a todo" y el mejor amigo que una persona pudiera tener.
miércoles, 17 de diciembre de 2008
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