miércoles, 17 de diciembre de 2008

HERIBERTO MEDEROS


A cargo de esta inspección estaba el tristemente célebre Heriberto Mederos, quien muriera en Miami de un ataque al corazón, cuando fué sancionado por delitos de torturas a presos políticos. Yo hubiera podido declarar contra él, ya que lo conocía bien de los días que pasé en Mazorra .
Mederos iba cama por cama con unos expedientes dándole a cada uno que le tocaba alguna que otra pastilla que te obligaban a tomar.
Los ayudantes de Mederos eran otros "presos-enfermeros" que vivian bastante bien para lo que hacían.
Mederos separaba a algunos y le ordenaba a sus ayudantes que les dieran los famosos “electroshocks".
Nunca en mi vida había visto esto, ni en películas.
Si Uds. creen que es algo deprimente ... acertaron. Jamás había visto algo igual.
Agarraban al preso entre tres, uno por cada pierna y otro las manos. Le ponían un trozo de madera en la boca para que no se mordiera los dientes y lo tiraban en el piso.
Atrás venía Mederos y te aplicaba el electro.
El enfermo empezaba a temblar y a dar convulsiones y echar espuma por la boca hasta que se desmayaba. La mayoría se orinaba o se cagaba ahí mismo.
Cuando paraba la convulsión, lo arrastraban por los pies y los iban entongando en una esquina.
Después del electro, los enfermos entongados que pasaban de 20 ó 30 diarios, iban recuperando el conocimiento y pasaban trabajo para quitarse a los que tenían encima.
Era deprimente y antihumano.
Según decían, los electros eran diagnosticados por un doctor, pero todo era una farsa.
Si le dabas una queja a Mederos sobre cualquier cosa como robo, la comida o cualquier cosa, ordenaba electros.
Te fajabas con un mandante-enfermero, te daban electros.
Le decías que algo andaba mal, te daban electros.
Todos por miedo, callábamos y no preguntábamos nada, ni nos quejábamos.

¡Que Dios lo tenga donde le salga de los cojones!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario