La madre me contó cómo había pasado todo y me alegré mucho por él y su familia. Me hubiera gustado haber estado en el grupo.
"La felicidad dura poco en la casa del pobre" y esto es mucha verdad.Estando de pase, algun “vivo" robó en el taller y se llevaron juegos de herramientas y otras cosas de diferentes talleres entre ellos del mío. El que hizo el robo, cubrió un juego de herramientas con una camisa mía y cuando traen a los perros se formó la gorda.
Cuando pararon a todos los presos y enseñaron la camisa, me di cuenta de que era mía, por un bordado de una W, que tenía en el cuello.
Se lo digo al guardia de Contra Inteligencia, que era uno de los tantos hijos de puta que ha dado la revolucion. Su nombre es Luis García y era un teniente que se las daba de Sherlock Holmes.
-No sea comemierda, si la camisa es mía, los perros se me van a tirar a mí- le dije.
El de todas formas soltó a los perros y éstos enseguida se me tiraron a mí.
Tenían “bozal" puesto, pero uno de ellos tenía un colmillito largo y con éste pasé un buen susto.
Me puse de suerte de que en ese momento llegó el jefe de reeducación y mandó a parar todo.
Cuando nos estábamos separando, Luis García me dice:
-¿Qué, le cogiste miedo al perrito?
Le respondí:
-Cuando tú quieras vamos a meternos juntos en un cuarto y tú verás que te “tiemplo” a ti y a los perritos.
No le gustó mucho la respuesta mía y me fué arriba.
La gente se metió en el medio y no pasó más nada.
Fuimos para el comedor y cuando salía del mismo, me paró Luis García y me dijo que iba a ser sancionado por falta de respeto a un oficial.
Me metió en el calabozo que habia allí y al rato apareció con los dos perros.
Les quitó el bozal, les dio la camisa de nuevo a oler, abrió la puerta y me encerro allí con los perros.
Cuando vi a esos dos animales arriba de mí, no sabía qué hacer. Eran dos Pastores Alemanes y estaban "heavy" los muy hijos de puta. Uno se me tiró a la pierna y mordiéndome, se quedó tranquilo allí halándome.El otro trató de morderme en la cara, pero pude agarrarlo del collar y tratar de separarlo de mí.
Cuando uno esta en una situación así, saca fuerzas de donde no hay. Tenía un lápiz en el bolsillo y sacándolo, le di una puñalada al perro por un ojo. Se estuvo tranquilo y cayó al piso gimiendo. El otro mientras, se divertía mordiéndome las piernas.
El grito de los presos que miraban lo que estaba pasando, hizo que llegara el jefe de la prisión y tuvo que disparar dos veces contra la cerradura para sacarme de allí.
Al salir, Luis García reía hasta más no poder y me volvió a decir de si le habia tenido miedo a los
"perritos".
Le fuí arriba y dándole un golpe sobre la cara, lo tumbe al piso con la cara sangrienta, ya que le parti los espejuelos en la cara. Trató de sacar su pistola y enseguida el propio jefe de la prisión, sacó la suya y le gritó que si disparaba, le iba a volar la cabeza.
Se lo llevaron preso y a mí para el hospital más cercano. Estaba todo ensangrentado y tenía 7 mordidas en el cuerpo. Una abajo de una nalga, cuatro en una pierna y dos en otra.
Me pusieron un "millón" de inyecciones en la espalda.
Nunca me han gustado los perros y después de haber pasado por esto, mucho menos.
Siempre jaraneo cuando alquien me pregunta si me gustan los perros y mi respuesta es:
-El único perro que me gusta es Pluto, y es un hijo de PLUTA.
No tuvo más complicaciones este pasaje. No me sancionaron.
LOS VIAJES DE LA COMUNIDAD CUBANA
Cuba estaba un poco revuelta en esa etapa de mi vida debido a las visitas de la gente de la comunidad.
Mientras el pueblo no conocía nada más que lo que le enseñaba el Gobierno, todo estaba bien.
Me acuerdo de un dichito que había en Cuba donde la gente decia:
-Aquí hay que irse ....irse acostumbrando a Cuba.
Las esperanzas de salir de Cuba eran imposibles para muchos y al abrirse los vuelos de la comunidad, el pueblo aprendió o recordó que existía un mundo mejor en cualquier parte del mundo, menos en Cuba . Toda Cuba participó de un cambio de mente.
Hasta los que por conveniencia eran comunistas, estaban pensando en posibilidades de irse.
Hizo falta la entrada de los vuelos de la comunidad para este cambio.
Cuba necesitaba a gritos este cambio. A Fidel se le estaban yendo las cosas de las manos.
Cada vez que salía de pase trataba de buscar a alquien o la forma para abandonar e1 país con mi familia.
Era imposible. No tenia medios. Me iba bien en Mecanización, pero como quiera que sea, tenía muchos años de sanción y podía estar pendiente a tener otro problemita como el de los perros para volver a una prisión cerrada.
EL INODORO
En uno de los pases que me dieron en Mecanización, se me rompió el inodoro de mi casa y pasé tremendo trabajo tratando de conseguir uno. Me daba mucha pena que mi hija y mi mujer no tuvieran un baño decente con que hacer sus necesidades y fué imposible conseguir un inodoro.
Era el año 1979 y como dije anteriormente, estaban en su apogeo los vuelos de la comunidad y la salida de los presos políticos. Mis hermanos Serafin y Vladimir me dijeron al descaro que harian todo lo que estuviera en sus manos para impedir mi salida de Cuba.
Eso fué una bronca terrible en mi casa.
Se lo comenté a mi mama y le dije que si por "casualidad" se me impedia la salida de Cuba, iba a tomar replesalias contra mis hermanos. Mi hermano Vladimir despues lo comprendió y me dijo
que lo mejor que me pasaría era que abandonara Cuba.
Con Serafin fué todo lo contrario y el muy comemierda me pregunta:
- ¿Que piensas buscar en los Estados Unidos?
- Algo muy sencillo, le respondí, Un Inodoro. Si me consigues un inodoro, no me voy de Cuba
Le dije a mi mama que no se metieran mas en mi vida y me dejaran vivir tranquilo dentro lo que podía.
- Adamina, si a Brenda o a Teresita les da un catarro y no puedo irme de Cuba, le echaré la culpa a mis hermanos y te los voy a matar. No voy a permitir que me dirijan mas mi vida.
Todo se calmó y no se habló más del asunto.
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